Las preguntas difíciles en entrevistas de trabajo pueden generar nervios, pero también son una oportunidad para demostrar seguridad y preparación. La clave está en saber qué busca realmente la persona que te entrevista y cómo responder con naturalidad.
1. “Háblame de ti”: una de las preguntas difíciles en entrevistas de trabajo más comunes
“¿Y qué cuento ahora sobre mí? ¿Mis gustos? ¿Mi edad? ¿Dónde vivo?”. Seguramente, habrás pensado en frases como estas alguna vez si te has visto en esta situación. Para responder, evita contar tu vida personal: céntrate en tu formación, experiencia y una o dos habilidades clave relacionadas con el puesto. Un truco es responder en tres pasos: quién eres, qué has hecho y qué puedes aportar.
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2. “¿Cuál es tu mayor debilidad?”
No se trata de confesarse, sino de mostrar autocrítica y capacidad de mejora. Escoge una debilidad real (¡llévala preparada por si acaso!) y añade lo que haces para superarla. Esto transmite madurez y actitud positiva.
Por ejemplo, si una de tus debilidades es hablar en público, menciona también que cada vez estás haciendo más esfuerzos para superarlo: “Antes de hacer mi última ponencia, practiqué la presentación delante de unos amigos”. Es justo esto lo que quieren saber de ti cuando sacan esta complicada pregunta en una entrevista de trabajo: cómo encuentras soluciones ante desafíos que te cuestan.
3. Una de las preguntas más difíciles en entrevistas de trabajo: “¿Por qué deberíamos contratarte?”
Aquí, básicamente, debes resumir tu valor. Piensa en tres puntos fuertes: tus competencias, tu experiencia (o formación) y tu motivación. Relaciónalos con lo que busca la empresa y habla con confianza. ¡Es la ocasión perfecta para destacar frente a otras candidaturas!
4. “¿Dónde te ves en cinco años?”
Esta pregunta tiene truco, así que presta mucha atención. Con ella, la persona que te entrevista busca compromiso y visión. No hace falta un plan exacto, pero sí mostrar que te ves creciendo en el sector y aprendiendo nuevas habilidades, siempre en la empresa para la que te estás postulando.
En este punto, hablar de formación continua y de aportar valor a la empresa es una buena idea. Así ven que realmente tienes interés por seguir creciendo como profesional y, a la vez, ayudar a la empresa a crecer.
5. “¿Por qué dejaste tu último trabajo?”
Si has trabajado antes, esta es otra de las preguntas complicadas. Evita hablar mal de tu empresa anterior. Explica razones neutrales: fin de contrato sin opción de renovación, búsqueda de nuevos retos o crecimiento profesional. De este modo, muestras que eres alguien profesional y orientado al futuro.
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Enfrentar las preguntas difíciles en entrevistas de trabajo no es cuestión de suerte, sino de preparación. Practicar tus respuestas te dará seguridad y aumentará tus posibilidades de conseguir ese empleo que estás buscando.
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